Parece que se ha adoptado en las sociedades occidentales un modelo de sexualidad basado en la ejecución que deja de lado el resto de aspectos que engloban la sexualidad. Es muy frecuente ver en la consulta del psicólogo a parejas que acuden demandando como problema principal una sexualidad no satisfactoria e, incluso, la ausencia de ella. También es frecuente que parejas que demandan una terapia de pareja presenten un gran deterioro en el área sexual.
Se trata de conseguir una vida sexual más satisfactoria y completa, fundamentalmente incrementando y mejorando las conductas implicadas en tu sexualidad. Aspectos a tener en cuenta:
Aumentar la iniciativa y mejorar el ambiente
Uno de los errores más frecuentes de las parejas es pensar que, para llevar a cabo relación sexual, es suficiente con disponer de una pareja y que, con independencias de las condiciones personales o ambientales, el sexo se desarrollará de forma automática. Es importante preparar las condiciones que faciliten una relación satisfactoria y placentera, en un ambiente relajado y agradable, lo que facilitará la expresión de intimidad y las respuestas sexuales. Para su puesta en práctica puede ser útil que cada miembro de la pareja haga una lista con las condiciones que más le ayudan desarrollar sus respuestas sexuales, en especial deseo y excitación, lo pongan en común y en práctica.
Mejorar la comunicación
Los problemas de comunicación suelen acompañar a la insatisfacción sexual, bien como causa o bien como consecuencia. Por lo tanto, para mejorar la vida sexual es imprescindible comunicarse de forma adecuada, expresar gustos, preferencias, sentimientos, transformar las quejas en peticiones y hablar sobre conductas de intimidad.
Focalización sensorial
El objetivo es ampliar el repertorio de conductas sexuales no genitales y facilitar la comunicación en la pareja. Se trata de olvidarse del orgasmo y la penetración para, a través de caricias mutuas no genitales, conocer y amplificar las sensaciones corporales placenteras propias y de la pareja. Es importante concentrarse en disfrutar de la estimulación que le proporciona su pareja y, a su vez, aprender a proporcionarle una estimulación placentera. ¿Cómo se hace? Escoged un momento del día en el que estéis tranquilos, sin agobios ni prisas, evitando tensión y preocupación. Habiéndoos desnudado completamente, os dedicáis por turnos a recorrer, palpar y acariciar al otro, pudiendo emplear para ello una loción como crema o aceite. Se trata de explorar y acariciar el cuerpo del otro, atendiendo a las caricias que resultan más gratas y placenteras para ambos, mejorando así la proximidad y confianza de la pareja.
Masturbación
A pesar de que la masturbación se ha considerado un tema tabú, lo cierto es que es una conducta totalmente normal y natural a cualquier edad, agradable y placentera, una forma perfecta para relajarse tanto emocional como físicamente. Respecto al tema que nos ocupa, al explorar nuestro cuerpo podemos descubrir lo que nos da más placer. Nos da confianza en la cama y nos ayuda a saber comunicar nuestros deseos a nuestra pareja y dónde quieres que te toque.
Aumento de las conductas sexuales
Como está bastante claro, te dejo una lista con un repertorio de conductas que podéis realizar en pareja. Para que os sea útil, recomiendo que cada uno elija varias que llamen su atención y otras que apetezca probar y se pongan en común para ponerlas en práctica: aumento de calidad y variedad de los juegos preliminares, juguetes sexuales, sexting, literatura erótica, deporte en común, lencería masculina y femenina, juegos sexuales, cambiar los lugares sexuales, metas diferentes al orgasmo y probar posturas nuevas y diferentes.
Mejorar imagen corporal
Tener una mala imagen de uno mismo o de la pareja puede ser causa de malestar que afecta a la sexualidad, dada la importancia del aspecto físico en ella. Además, es fuente de inseguridad personal que suele transmitirse a los comportamientos sexuales en pareja. Es importante fortalecer la imagen corporal y mejorar la imagen corporal, sin descuidar el aspecto físico, el cuidado personal y entender que nuestra pareja no es nuestro compañero de piso.
Fantasías sexuales
La imaginación es una poderosa herramienta que nos puede ayudar a lograr una estupenda vida sexual. Las fantasías son sanas y forman parte de la sexualidad, favoreciendo aspectos como el deseo o la excitación sexual, resultando un indicador de una buena salud sexual. Lo importante para llevar a cabo estas fantasías que tienes en tu cabeza es comunicárselo a tu pareja y realizar todo aquello que os apetezca y cuyo único límite es vuestro consenso. Y si no se te ocurren demasiadas ideas, puedes recurrir a literatura, cine erótico o cualquier estímulo que tenga que ver con los sentidos y que se aleje de la rutina.